Lo real suele ocultarse tras una muralla de apariencias.
La imaginación es túnel hacia un cielo y una materia que nuestros ojos no pueden advertir de manera inmediata.
El surrealismo pretendió liberar un inconsciente creador, y hacer que las nuevas combinaciones de colores e imágenes del sueño puedan impregnar la vida de la vigilia, de la existencia cotidiana. Para el surrealismo el arte es la recuperación de la realidad como efusión creadora. Los surrealistas crearon la técnica de la escritura automática, el fluir libre de la mano que escribe sin la intromisión de la conciencia o la gramática. La pictórica surreal siguió el arte debe unir realidades heterogéneas que, en condiciones normales, nunca aparecieran unidas o contiguas.
El surrealismo también concibió su apertura a lo inconsciente como parte de una exploración científica, empírica. De ahí que lo inconsciente no es un atributo mental o inespacial sino que se halla en un retazo subjetivo o visceral del cuerpo.
Uno de los volantes distribuidos en 1925 para promocionar la dirección y el horario de funcionamiento de la Oficina de Investigaciones Surrealistas afirmaba: El surrealismo está al alcance de todos los inconscientes.
En consecuencia, todos somos escritores, todos somos artistas, constatación que equivale a terminar con el concepto de arte tradicional. El objetivo es poner fin a las bellas artes, hacer literatura de la no-literatura.
El surrealismo persigue no sólo una transformación del arte sino del hombre como totalidad, es decir, la fundación de un nuevo humanismo. Considera que la sociedad es injusta y que el hombre occidental ha perdido capacidades que en otros tiempos lo conectaban con la magia, el sueño, lo maravilloso, la alteridad, los mundos de la supra-realidad.
Estrategias de creación.
Una de las formas de hacer accesible el surrealismo a todos los hombres fue la formulación de juegos surrealistas o recetas de trabajo para alcanzar el automatismo psíquico.
En Secretos del arte mágico del surrealismo, Breton propone el siguiente mecanismo de composición:
Ordenen que les traigan con qué escribir, después de situarse en un lugar que sea lo más propicio posible a la concentración de su espíritu, al repliegue de su espíritu sobre sí mismo. Entren en el estado más pasivo, o receptivo, de que sean capaces. Prescindan de su genio, de su talento, y del genio y el talento de los demás. Digan hasta empaparse que la literatura es uno de los más tristes caminos que llevan a todas partes. Escriban de prisa, sin tema preconcebido, escriban lo suficientemente de prisa para no poder refrenarse, y para no tener la tentación de leer lo escrito. La primera frase se les ocurrirá por sí misma, ya que en cada segundo que pasa hay una frase, extraña a nuestro pensamiento conciente, que desea exteriorizarse.
Uno de los poemas que mejor expresan las posibilidades líricas del automatismo es el citado La unión libre, de Breton:
Mi mujer con cabellera de llamaradas de leño
con pensamiento de centellas de calor
con talle de reloj de arena
mi mujer con talle de nutria entre los dientes de un tigre
mi mujer con boca de escarapela y de ramillete de estrellas de última magnitud con dientes de huella de ratón blanco sobre la tierra blanca
con lengua de ámbar y vidrio frotados
mi mujer con lengua de hostia apuñalada
con lengua de muñeca que abre y cierra los ojos
con lengua de piedra increíble (...)
El fragmento permite observar algunas de las modalidades del poema surrealista canónico: una fórmula base (Mi mujer con...) es el engarce de innumerables imágenes que resultan de la libre asociación, mecanismo que aparece explicitado por Breton en uno de los sentidos posibles del título del poema; además, desaparición de la rima, de las mayúsculas, de la puntuación y de las regularidades métricas. La estructura es acumulativa, genera el efecto de no acabar nunca y el todo del poema parece surgir de la incesante suma de fragmentos.
El mecanismo del automatismo busca producir, en algunos casos, un marcado efecto de arbitrariedad, que llega a su máxima expresión en el poema armado con palabras recortadas de diarios y combinadas libremente (Breton incluye un ejemplo en su Primer Manifiesto), así como en el relato-invención de sueños (narrar historias a partir de los materiales de la experiencia onírica). La importancia otorgada por los surrealistas al mundo de los sueños es enorme. Baste recordar el siguiente fragmento del Primer Manifiesto en el que Breton evoca al poeta Saint-Pol-Roux (1861-1940) como antecedente del surrealismo: Se cuenta que todos los días, en el momento de disponerse a dormir, Saint-Pol-Roux hacía colocar en la puerta de su mansión de Camaret un cartel en el que se leía: EL POETA TRABAJA.
Uno de los valores destacados por el surrealismo es la diversión, el carácter lúdico de la creación, que permite al artista liberarse de las presiones de la vida adulta y reencontrarse con "la mejor parte de su infancia" (Breton, Primer Manifiesto).
Para ello propone una sistematización de los rasgos de la imagen surrealista, que sintetizamos a continuación:
• Por su modo de producción o su origen, la imagen surrealista es espontánea en tanto proviene de la experiencia del automatismo, pero es resultado en una segunda instancia de la elaboración conciente del material así originado. En realidad el automatismo se reduce, casi siempre, a una libertad expresiva nunca antes igualada
• Por sus características técnicas, la imagen surrealista se aparta de la doctrina clásica aristotélica, que exigía que la metáfora no se llevase demasiado lejos para que pudieran advertirse en forma directa y nítida las relaciones entre los dos planos de la metáfora, el real y el evocado. Por el contrario, Breton invita a "comparar dos objetos lo más alejados el uno del otro o, con otro método, confrontarlos de una manera brusca y sorprendente". Para Breton "la más fuerte imagen surrealista es aquella que muestre un grado de arbitrariedad más elevado". En ese ejercicio de conexión de lo distante, se ponen en práctica componentes subjetivistas e irracionales.
• Por sus materiales de elaboración, la imagen surrealista apela al mundo subconsciente y en gran medida al mundo de los sueños. Tiene con frecuencia una profunda relación con el funcionamiento de la imagen onírica, y especialmente con su capacidad desinhibitoria.
La imagen surrealista posee una finalidad inmediata, la sorpresa, pero también otra mediata, que consiste en la creación de una realidad superior o suprarrealidad. Frente a la verificación del azar objetivo en la realidad, los surrealistas trasladan el azar a la obra de arte de dos maneras:
• Como producción inmediata del azar: el poeta libra su conciencia a las asociaciones sin control, para que las conexiones entre los objetos y las imágenes del poema surjan involuntariamente.
• Como producción mediada del azar: simula el azar, lo provoca matemáticamente. Ya no rige una espontaneidad ciega en el manejo del material, sino por el contrario un cálculo estético muy preciso.
El hombrecito que cantaba sin cesar
el hombrecito que bailaba en mi cabeza
el hombrecito de la juventud
rompió el cordón de su zapato
y todas las barracas de la fiesta
se derrumbaron de pronto
y en el silencio de esta fiesta
en el silencio de esta cabeza
yo percibí tu voz feliz
tu voz desgarrada y frágil
infantil y desolada
que desde lejos me llamaba
y la mano llevé a mi corazón
en el que se agitaban
ensangrentados
los seis pedazos de cristal de tu risa estrellada.
Una perfecta imagen para soñar con un Parque.
ENCARGO: Seis Proposiciones Temáticas. Además, se deben presentar todos los videos de participación ciudadana con su edición definitiva.
LUGAR: Cuadra segundo piso del Regimiento Maipo.
HORA: 16:00 hrs.
Se les solicita a todos puntualidad.
miércoles, octubre 07, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario