I Con lo de cada uno
Es a partir de la capacidad de ser de cada uno que la propia vida se encarga de interpelarnos con algo.
Es una condición ineludible para nosotros, en cuanto arquitectos, reconocer la arquitectura de lo que no lo es.
Sé que soy poeta , porque sé reconocer la poesía, decía Lorca. Ni siquiera por escribirla.
En silencio.
En la conquista.
En la seducción.
El trabajo se inicia por dejarnos seducir por cada una de las ciudades en que nos toca trabajar. Como también dejarnos seducir por aquello inexistente de cada una de ellas, para volverlo visible. Su inatrapable. Por ello el sentido de los videos.
Ahí tiene sentido el construir arquitectónico, para volver visible aquella dimensión que aún no existe como hecho de la ciudad.
Es una ambición.
Tal ambición es simétrica al salto que se da.
El salto tiene directa relación con conocer la realidad.
¿qué realidad? Una realidad interpretada, propia, inédita, por cuanto es fruto de la capacidad de ser de cada uno.
Para ello tres condiciones de la capacidad ser de cada uno:
Ser exhaustivos
Ser rigurosos
Ser precisos.
Para conocer el reverso, el contraritmo, el contraperfil, el contrario, el antagónico, el lado que no se ve de buenas a primeras, se requiere tomar distancia, la mayor distancia del sentido común y de la cordura, madre de las no ciudades que tenemos.
Un extremo clínico de esto es la locura, la demencia, el estado puro de desconexión con lo absoluto.
Su manifestación potencial reside en un estado de asombro, de maravillamiento permanente respecto de este siempre nuevo estado real de la realidad, que la interpela, que la cualifica, que la devora y la construye.
Mientras escuchábamos a Javier Marambio y su exposición del proyecto para el cementerio de Playa Ancha, recordaba debido a la insistente referencia al trabajo de Enric Miralles, lo que él mismo decía de los cementerios.
En los cementerios todo es simbólico. Un cementerio es siempre una metáfora de otras vidas.
Y recordé de los motivos que me llevaron a trabajar con él, y del orgullo con el que salíamos del despacho cada día, entrada la noche, y pasábamos por los bares abiertos de las ramblas y la Plaza Real, donde todos los demás se iban de copas. Y ese es un sentir intranferible, sino trasladable. Trabajar intensamente en lo que cada uno libremente elige hace de ese sentir de cada uno, un sentir diferente. Quizás sentirnos profundamente hombres… y en nuestro caso, además, arquitectos.
A veces la arquitectura va por un camino y el circo por otro. Y no siempre coinciden. Enric había entrado, por derecho propio y hace tiempo, al circo de la arquitectura. Y eso se hacía sentir en el trabajo diario en el despacho.
No somos pocos los que pensamos de la imposibilidad de describir su arquitectura precisamente porque contiene el genio de la arquitectura, por ser arquitectura de verdad, genuina, personal e intraducible a otro lenguaje que no sea el que le es propio, y por tanto, le pertenece. La arquitectura es personal e intransferible. El arte así le reclama.
Para un arquitecto una manera de dibujar implica una manera de ver, de apropiarse de la realidad. Y Enric se inventó una manera de dibujar. Y con ello se apropió de todo un campo formal, de una manera de hacer.
Cada proyecto conlleva riesgo y aventura, en los términos que cada uno haga suyos.
La voz ha de ser propia, o no es tal.
Es a partir de la capacidad de ser de cada uno que la propia vida se encarga de interpelarnos con algo.
Es una condición ineludible para nosotros, en cuanto arquitectos, reconocer la arquitectura de lo que no lo es.
Sé que soy poeta , porque sé reconocer la poesía, decía Lorca. Ni siquiera por escribirla.
En silencio.
En la conquista.
En la seducción.
El trabajo se inicia por dejarnos seducir por cada una de las ciudades en que nos toca trabajar. Como también dejarnos seducir por aquello inexistente de cada una de ellas, para volverlo visible. Su inatrapable. Por ello el sentido de los videos.
Ahí tiene sentido el construir arquitectónico, para volver visible aquella dimensión que aún no existe como hecho de la ciudad.
Es una ambición.
Tal ambición es simétrica al salto que se da.
El salto tiene directa relación con conocer la realidad.
¿qué realidad? Una realidad interpretada, propia, inédita, por cuanto es fruto de la capacidad de ser de cada uno.
Para ello tres condiciones de la capacidad ser de cada uno:
Ser exhaustivos
Ser rigurosos
Ser precisos.
Para conocer el reverso, el contraritmo, el contraperfil, el contrario, el antagónico, el lado que no se ve de buenas a primeras, se requiere tomar distancia, la mayor distancia del sentido común y de la cordura, madre de las no ciudades que tenemos.
Un extremo clínico de esto es la locura, la demencia, el estado puro de desconexión con lo absoluto.
Su manifestación potencial reside en un estado de asombro, de maravillamiento permanente respecto de este siempre nuevo estado real de la realidad, que la interpela, que la cualifica, que la devora y la construye.
Mientras escuchábamos a Javier Marambio y su exposición del proyecto para el cementerio de Playa Ancha, recordaba debido a la insistente referencia al trabajo de Enric Miralles, lo que él mismo decía de los cementerios.
En los cementerios todo es simbólico. Un cementerio es siempre una metáfora de otras vidas.
Y recordé de los motivos que me llevaron a trabajar con él, y del orgullo con el que salíamos del despacho cada día, entrada la noche, y pasábamos por los bares abiertos de las ramblas y la Plaza Real, donde todos los demás se iban de copas. Y ese es un sentir intranferible, sino trasladable. Trabajar intensamente en lo que cada uno libremente elige hace de ese sentir de cada uno, un sentir diferente. Quizás sentirnos profundamente hombres… y en nuestro caso, además, arquitectos.
A veces la arquitectura va por un camino y el circo por otro. Y no siempre coinciden. Enric había entrado, por derecho propio y hace tiempo, al circo de la arquitectura. Y eso se hacía sentir en el trabajo diario en el despacho.
No somos pocos los que pensamos de la imposibilidad de describir su arquitectura precisamente porque contiene el genio de la arquitectura, por ser arquitectura de verdad, genuina, personal e intraducible a otro lenguaje que no sea el que le es propio, y por tanto, le pertenece. La arquitectura es personal e intransferible. El arte así le reclama.
Para un arquitecto una manera de dibujar implica una manera de ver, de apropiarse de la realidad. Y Enric se inventó una manera de dibujar. Y con ello se apropió de todo un campo formal, de una manera de hacer.
Cada proyecto conlleva riesgo y aventura, en los términos que cada uno haga suyos.
La voz ha de ser propia, o no es tal.
II Con lo de todos
Los indicadores económicos, los constructos abstractos asociados supuestamente a un mayor bienestar, no dicen del bien_estar, del estar bien, a gusto, en el gozo común del vivir la ciudad.
Esto tiene que ver con lo de todos, y no con lo de cada uno.
Si pensamos en una ciudad sustentable, ésta ha de contener de cada punto de vista un sentido heroico, podríamos decir.
La O.N.U., Organización de las Naciones Unidas, nos dice algo al respecto:
Servicios de calidad para todos.
Medio ambiente sano.
Viviendas dignas.
Seguridad.
Espacios deportivos y de recreación.
Convivencia social.
Empleo digno.
Atención sanitaria.
Educación de calidad.
Nuestras ciudades, o nuestros pueblos en vías de ser ciudades, distan de tales paradigmas. Es un deber pensar desde la Universidad en modelos nuevos, no verificados ni realizados.
En un estudio realizado en Santiago de Chile, más del ochenta por ciento de su población no tiene ni la menor idea de lo que es una ciudad sustentable.
Un modelo de ciudad que no tienen porque no les llega.
Pensemos en que hay cinco millones de sus seis millones de habitantes que viven en comunas donde las áreas verdes están por debajo de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, que son 9m2. por persona. En que se siguen construyendo viviendas sociales con menos metros cuadrados que los mínimos recomendados. En que las distancias y los medios de transporte dificultan los traslados, los viajes para trabajar, estudiar, hacer trámites, buscar lugares de esparcimiento.
El ochenta por ciento de su población es el que abarca la población más pobre del área metropolitana, con educación deficiente y salud deficiente.
Aquellos son los que no pueden acceder a disfrutar de una ciudad sustentable.
Solamente un veinte por ciento puede acceder a ella.
En Chile la pobreza oficial dista de ese ochenta por ciento.
Es la ciudad de los espejos, nuestro Versalles.
La falsa realidad. Y a la vez un modelo.
En la ciudad de los espejos, vida de perros.
El empecinamiento de los modelos urbanos y de sus especialistas tiene que ver con la difusión y aceptación a ultranza del modelo americano, asociado al bienestar, al progreso, al consumo.
El modelo es la guía. Ahora bien,
¿Cómo nos desmarcamos de tal guía?
¿Cómo nos desmarcamos de un ordenamiento urbano destinado y orientado a facilitar el emplazamiento de grandes industrias, de centros comerciales, de nuevos conjuntos residenciales e inmobiliarios, para favorecer el desplazamiento del automóvil?
Metas consideradas legítimas con mecanismos para alcanzarlas oficialmente implementados.
Un dogma incuestionable de aplicación indiscriminada.
Quilpue, el Belloto, Villa Alemana, Limache, Quillota, Calera, Los Andes, no escapan de este nuevo modelo de ciudad.
Valparaíso y Viña del Mar juegan su porvenir en otras complejidades superpuestas.
No es preciso ya hacer arte, sino sólo entrar tangencialmente en el cuerpo de nuestra época. Y disolverse en él al punto de desaparecer. Y cuando desaparezcamos, el bloque se habrá convertido en algo grande. De nosotros quedarán coliseos, termas, acrópolis, mezquitas.
Viaje a Oriente.
Le Corbusier.
Próxima Clase: CORRECCIÓN DE MODELOS
Lugar: Casa Taller Atkinson
Hora: 16:00 hrs.
Se les solicita a todos puntualidad.
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